jueves, 16 de noviembre de 2017

"Triste" circular por la calçada de Alpajares, Poiares y el Penedo Durão 29/10/2017


Conocimos la portuguesa ruta de la calçada de Alpajares (o de la ribeira do Mosteiro) años atrás, gracias a un tríptico que nos pasaron en Figueira de Castelo Rodrigo y, desde entonces, la hemos repetido varias veces; es de esas marchitas cortas, muy factible con niños pequeños, con posibilidad de "siesta gorda" y muchos otros alicientes (visita "aos vizinhos do lado", curiosas formaciones geológicas, restos de un castro, calzada, meandros de la ribera, palomares, vistas, clima mediterráneo...). Gracias a wikiloc descubrí que también era posible hacer una circular de buenas vistas, pasando por parte de aquella ruta y por otros dos puntos interesantes, el pueblo de Poiares y el Penedo Durão, lugar éste próximo a Freixo de Espada a Cinta, que recordaba como un mirador espectacular sobre la desembocadura del Huebra y la central de Saucelle.

Más exigente que la ruta que conocíamos, iba siendo el momento de "echarle mano" con los niños ya creciditos, lo que se sucedió por fin, hace un par de semanas. Lo que no esperábamos es encontrarnos con las consecuencias de un gran incendio ocurrido en Agosto que había reducido a cenizas, entre otros cientos de hectáreas, a todo el terreno por donde transcurre la ruta de la Ribeira do Mosteiro...

Decidimos iniciar la circular en el mismo lugar donde dejamos siempre el coche para hacer la ruta corta, junto a la estrecha carretera que sube a  Ligares.  En vez de subir, en esta ocasión bajaremos unos metros por élla hasta el punto donde un cartel marca el inicio.

Salimos sobre las 10,30 h. (siempre hablaré de "hora española", incluído el cambio de la misma que ha tenido lugar la noche anterior) y pronto llegamos al "nuevo" puente de hormigón (hace algunos años había que "remangarse" aquí los pantalones para cruzar) donde enlazamos con el track de la circular, que podéis encontrar aquí.



Y, por desgracia, también muy pronto, empezamos nuestra travesía por "tierra quemada". Aunque ésta ya era bien visible desde que dejamos los coches, no nos podíamos imaginar la gran superficie afectada... La diferencia entre el antes y el después se hace bien visible comparando fotos de ahora con las hechas el marzo de 2011...

¿Por donde volará ahora este águila real que nos obsequió con su visita aquella primavera?







La vida se abre paso también aquí, a pesar de la quema... y de la sequía...








Acostumbrábamos a salir de la carretera para hacer el recorrido
corto junto a la capilla blanca que se aprecia a la izqda...

Por aquí no pasamos, pero toda esta zona, en parte coincidente
con lo que veis en la foto anterior, estaba arrasada.






Aquí se ve el puente que tenéis ampliado en la foto siguiente... con otro aspecto...



Por esta zona se veía todo quemado hasta donde alcanzaba la vista...

Esta zona coincidiría más o menos en el centro de la imagen anterior...


Cuando llevamos una hora de camino ya hemos recorrido el espectacular tramo de calçada, hoy ennegrecido, y nos encontramos en la atalaya donde se encuentran los restos de un castro celtíbero y varios palomares.











Desde este alto el panorama es, si cabe, aún más desolador, con el profundo valle del arroyo que baja desde Poiares totalmente calcinado, y hacia el norte, con todo quemado hasta donde alcanza la vista.

El majestuoso vuelo de los buitres leonados y las vistas hacia el Duero y el otro lado de la frontera nos animan a seguir...


Al fondo, la finca de Valicobo, por donde hemos pasado en otras bonitas rutas que podéis ver aquí y aquí.

Desde aquí seguimos lo que antes era un camino, cuyo reciente asfaltado resulta paradójico con la imagen de destrucción que nos rodea... ¿Para qué se habrá asfaltado este tramo desde Poiares hasta un lugar sin apenas recursos aprovechados...?



Un zorzal común, con alguna dificultad para ocultarse...

Hasta que no lleguemos a Poiares a las 12,45 h. no dejaremos de pisar terreno calcinado, y por aquí se ve cómo se ha salvado el pueblo y la zona cultivada a su alrededor por los pelos...






Muchas casas con pequeñas "plantaciones" de kiwis en el jardín...

Haremos un descanso de 20 minutos para tomar un tentempié acompañado de unas cervezas y refrescos portugueses y seguiremos el track, entrando nada más dejar el pueblo en zona quemada de nuevo, aunque minutos más tarde, ya cerca del Penedo Durão, salimos de ella por fin.

  


Las "jugosas observaciones" acuden a su cita con los caminantes...

Un poco tarde para estar aún por aquí, pero parecen escribanos hortelanos.



Un aguilucho que levantamos a nuestro paso, posiblemente pálido, por la época.

Un último atroche nos deja en la carretera ya al lado del Penedo pasadas las 14,30 h., muy buena hora para comer...


Hacia el Oeste éste era el panorama...

El mirador, sobre un gran cortado, ofrece vistas privilegiadas sobre la presa de Saucelle y la desembocadura del Huebra; las paredes sobre las que se asienta y las de alrededor cuentan con un buen número de nidos y posaderos de buitres leonados  que no paran de pasar sobre y "bajo" nosotros buscando térmicas...









Mientras mis acompañantes empiezan a comer yo me doy una vuelta, descubriendo un gran lagarto ocelado que no se va a dejar fotografiar y un poco más allá, asomándome "con cuidadín" a un farallón, este buitre "desconfiado" que si lo hace.




Como la marcha no es corta, sobre las 16 horas seguimos de nuevo el track, descubriendo en lontananza algunos lugares que conocemos bien...

Castelo Rodrigo y la Sierra de Marofa.

Al fondo las Sierras de Francia y Gata.

A la iqda. la Peña de Francia. El pueblo puede ser Hinojosa,
 y la torre de la iglesia de Lumbrales.

La Fregeneda.



Sobre las 17 h. el camino da un giro y comienza a bajar por la ladera que mira hacia España, convirtiéndose poco a poco en una buena calzada que desciende vertiginosamente en zig-zag.









Y es tan buena, que no nos damos cuenta de un cruce indicado en el track... lo que nos hará volver a subir un pequeño tramo "que no tocaba".


Al principio no se ve muy claro, pero enseguida se aprecia que el nuevo camino también sigue una buena calzada con algún recuerdo del buen trabajo hecho hace años...





Sobre las 6 de la tarde nos va a dejar en la carretera que sube hacia Poiares tras pasar por alguna finca con naranjos.



Tras algunas dudas para seguir el track enlazamos de nuevo con él tras unos cientos de metros de asfalto y siguiendo su trazado las últimas luces del día nos llegan al volver a entrar en "Mordor", la zona quemada que nos acompañó durante la mañana.



La mina Feli sobre el Duero aguas abajo de la presa de Saucelle.


A la izqda. la Finca de Valicobo y más allá Barca d'Alva
y su puente sobre el Duero, allí  ya 100% portugués.



Y nos tocará hacer los últimos kilómetros de recorrido con los frontales en la fuente, llegando al puente de hormigón de la mañana a las 18,20 h. y poco más tarde a los coches.


Sapo común.


3 comentarios:

  1. Una pena. Habrá que confiar en que dentro de pocos años vuelva a reverdeces el paisaje

    ResponderEliminar
  2. A pesar de todo lo quemado, que impresiona, la ruta es espectacular. Sería interesante que mucha gente viese estas imágenes, hace falta sensibilizar a la población, quizás si logramos que sientan la belleza de la naturaleza, empiecen a respetarlo. Dura tarea, pero necesaria.

    ResponderEliminar
  3. Razón no te falta Antonio... Ardua tarea...

    ResponderEliminar