martes, 22 de agosto de 2017

Vía verde Carbajosa-Alba de Tormes 09/07/17

Antes de empezar a ordenar fotos y recuerdos del plato fuerte de nuestras vacaciones veraniegas y haceros partícipes a  través del blogggg, quiero contaros una excursión que hicimos en bici desde casa hasta Alba con muchos alicientes, como veréis.

Nos ha costado estrenar la "nueva" vía verde a algunos, y el momento, en pleno verano con los campos agostados y apretando "la caló", no parecía el más oportuno. Aún así, os puedo asegurar que merece, y mucho, la pena dedicar un día, o parte, a repetir lo que hicimos... o parte...

Previamente es de recibo encargar una paellita en el chiringuito de jocoso nombre "La Isla chill-out" de la isla de Garcilaso, ubicado en la misma, justo antes de cruzar el puente de Alba, en la margen izqda. del Tormes. Nosotros lo hicimos con poca antelación y casi nos quedamos sin degustar ese buen manjar; es recomendable reservar con un par de días de antelación.

Salimos de casa sin prisas "comme d'habitude" sobre las 10 o 10,30 de la mañana y llegamos a Carbajosa media hora después vía la pasarela del centro comercial "El Tormes", tomando la carretera a la izqda. y tras algo menos de 1 km., cogiendo el camino que  sale de ésta antes de llegar a la macro-rotonda del Leclerc y pasa bajo la circunvalación.

Allí nos juntamos con los Paco's y en un pelotón formado por 6 unidades enlazamos sobre las 11,15 h. con la vía construída sobre un tramo de ferrocarril que unía Salamanca con Plasencia.


Aunque el día no promete buenas luces para "afotar" el evento, tirando de zoom aún se dejan hacer fotillos chulas con Salamanca y sus monumentos a lo lejos...



Y un cuarto de hora después pasamos cerca de los Arapiles, con el monumento que recuerda la batalla sobre el Arapil Grande. Aunque agostada la zona, presenta una imagen mucho más atractiva que en el día de hoy, negra como un tizón por capricho de algún pirómano zumbado.


Cerca del mediodía paramos "a comer la zanahoria", y aprovechamos para disfrutar del vuelo de algunas rapaces y de los abejarucos.

Abejaruco

Y de nuevo en ruta... con pinchazo incluído... me sorprende encontrar al menos dos parejas de cigüeñuelas en una charca artificial de una finca de explotación de porcino ibérico que queda a nuestra derecha camino de Alba.

Cigüeñuela

También localizamos  bastantes ánades reales, algunos con una nutrida prole, e incluso un zampullín.


Azulones y zampullín

Sobre las 13 h. ya se deja ver Alba de Tormes; curioso el efecto "pictórico" que dejan las fotos de mi cámara cuando se abusa  del zoom digital...


Y poco después se cruza una carretera por la que recomiendo bajar en dirección al pueblo sin seguir la vía verde hasta la estación. Es éste el tramo de más pendiente, ahora cuesta abajo, que dejamos antes de llegar al puente desviándonos por la izqda. hacia la isla de Garcilaso, de la que nos separan apenas unas centenas de metros.


Se conserva por aquí un tramo de bosque-galería bastante bueno, del que disfrutaremos más tarde en piragua...


Como aún es pronto para la paellíta, unos se quedan disfrutando del cesped y del río en una zona de baño y otros nos acercamos al pueblo en bici para dar una vuelta y descubrir algunos bonitos rincones a la hora del vermut.
La inacabada Basílica de Sta. Teresa de Jesús en primer término.

La isla de Garcilaso desde el puente.


A los lermeños os recordará algo la fachada de esta iglesia...


En las inmediaciones de la torre del homenaje del castillo de los Duques de Alba, única en pie de las seis que áquel llegó a tener nos informan de un programa cultural veraniego muy atractivo y de las tarifas para llevar a cabo una visita guiada por la misma. Aunque pensamos venir con el resto del pelotón por la tarde, al final lo dejaremos para otra ocasión.


Sobre las 15 h. nos encontramos en una terracita muy aparente a la espera de la paellita, que se hace rogar un poco más de lo esperado... Muy rica, la verdad.

Y tras la siestecilla o el cubata "chill-out" completamos la jornada con un recorrido en piragua y barca de pedales de una hora al módico precio de 3 euritos por barba.


Al fondo, la zona de baño donde se encuentra el camping,
que podéis ver más de cerca en la siguiente foto.


Pescando "a mosca"

Sobre las 19,30 h. iniciamos el retorno ciclista con una primera cuestecilla bien alquitranada.


Y ya en la vía verde seguirá la cosa picando hacia arriba un poco hasta llegar al Pinar de Alba, donde cambian las tornas para llevarnos sin esfuerzo alguno de nuevo a Carbajosa.

De camino se dejarán ver las nubes tormentosas que anunciaba el Tiempo, bastante alejadas y dejando éstas y las luces vespertinas unas bonitas panorámicas.





Al pasar de nuevo por la finca y la charca de las cigüeñuelas de nuevo vemos el bicherío de la mañana, y también un solitario buitre leonado que, curiosamente, se posa sobre una encina sobre los cochinos... barruntando quizá una comida fácil...


Buitre leonado

Poco más tarde se deja ver a lo lejos lo que me parece un macho de aguilucho lagunero que prepara una buena estampida al pasar sobre una zona donde descansan palomas comunes y torcaces. Si alguien ve un águila imperial que me lo diga, que tornaría la observación en algo más espectacular...

Aguilucho lagunero

Y ya cerca de las 21,30 h. nos despedimos de los Paco's a la altura de Carbajosa y el trío restante seguimos la ruta hasta el final, que se encuentra pasada ya la rotonda grande del polígono, lo que facilita mucho el acceso desde y el regreso hacia Salamanca por la carretera o acera vía el barrio de San José.




Un recorrido fácil y chulo de unos 24 km. (x2) desde casa que habrá que repetir en otras estaciones del año... con un programa gastronómico-deportivo similar, a ser posible...





lunes, 21 de agosto de 2017

Peñíscola y Delta del Ebro 01-07/07/2017.

En esta ocasión me vais a permitir ser menos prolijo en los comentarios, pues tengo pendientes varias entradas en el blog y cuento con menos tiempo del deseado para ponerme al día... Pero no quiero pasar la ocasión de recomendaros dedicar una semanita a algo parecido a lo que hicimos nosotros a principios del mes pasado.

Buscábamos unos días de descanso junto a la playa en el Mediterráneo, y elegimos un pueblo que nos encantó cuando estuvimos allí hace ya unos añitos... Y es que Peñíscola, con su casco histórico amurallado y encaramado en una peña ofrece añadidos que hacen muy atractiva una o varias visitas: sus calles estrechas, sus monumentos, vistas desde buenos miradores, oferta cultural, ambiente...

Llegamos el sábado al apartamento, que nos iba a dejar muy buenos recuerdos al no tener mas que el cielo y el mar frente a nosotros en una zona muy tranquila, a cerca de media hora del centro a pie. A la playa artificial del Norte, junto al puerto,  llegaríamos bastante antes, siendo esta vista la primera que encontraríamos de Peñíscola ese mismo día por la tarde.


Luego daríamos un buen paseo por la zona baja, pasando a la mejor playa, la del Norte, que también deja bonitas vistas hacia el pueblo.



Y cuando empieza a caer la tarde éstas aún se tornan más espectaculares...


Ya de noche subiríamos al pueblo, disfrutando de algún espectáculo callejero; y al día siguiente, tras dedicar a la playa la mayor parte del día, subiríamos de nuevo, pero al caer la tarde.

A pesar de la gran masificación turística, aún se pueden encontrar rincones junto a la muralla sin apenas gente...


Camino del castillo del Papa Luna nos cruzaremos con una procesión rememorando los tiempos en que áquel, conocido entonces como Benedicto XIII de Avignon, se oponía tenazmente a quienes desde Roma querían relegarle de sus cargos, dando origen a un dicho que se usa mucho hoy en día: "mantenerse en sus trece".





Y al día siguiente, después de la negociada visita playera, muy bien combinada con una buena siesta en el apartamento, haremos una visita vespertina en coche a la sierra d'Irta, al sur del pueblo, llegando a un par de calas muy buenas, las playas del Russo y del Pebret y disfrutando de las últimas luces del día en ellas y en el trayecto de vuelta, que ofrece buenas panorámicas hacia Peñíscola junto a la torre del Badum, torre de vigilancia costera de origen musulmán donde, además, pudimos ver fugazmente un halcón de Eleonora.

La gran cantidad de sal de las aguas del Mediterráneo se hace patente al secarse los charcos
que forman las olas en las rocas de la orilla...

El tómbolo de Peñíscola y la torre de Badum desde El Pebret.



Una gaviota de Audouin anillada. En la costa por la que nos movimos estos días había
gran cantidad de individuos de esta especie.




El martes por la tarde de nuevo daremos un paseo por otra zona del casco histórico que nos ofrecerá también bonitas panorámicas.











Y al día siguiente quedaremos con unos amigos de Salamanca que andan por aquí y nos juntaremos para cenar en un sitio recomendable, la Pizzería la Lanterna.


El jueves nos llegará la sorpresa de las vacaciones, pues junto a otra amiga salmantina y su peque, con quienes ya hemos estado en Vinaroz, nos acercaremos a pasar el día en el Delta del Ebro, que conocimos fugazmente en nuestra anterior visita a Peñíscola.

Aunque llevo preparado un pequeño recorrido por la zona sur del parque, en nuestra primera parada en una torre-mirador junto al Poble Nou del Delta coincidimos con un buen conocedor de la zona que nos recomienda algunos puntos de interés ornitológico que, a la postre, van a hacer que las observaciones sean mucho más jugosas...

Somormujo con una cría en su regazo..


Martinete

Garcilla cangrejera




Morito


Pasaremos por la Casa de Fusta, nos detendremos en un buen mirador sobre l'Encanyissada y por els Muntells nos acercaremos a comer a la playa d'Eucaliptus, no sin antes echar un vistazo desde otra torre-mirador .


Moritos y flamencos.

Fumarel

Flamencos

Me sorprendió la cantidad de moritos... y de garcetas grandes pescando juntas...

Chorlitejo patinegro.

El avetoro, símbolo del parque... Esto fue lo más parecido que vimos al bicho en cuestión ;-)



Muy cerca de allí, hacemos una parada en el espectacular "hide"de la reserva de Riet Vell, gestionada por la SEO. El observatorio está repleto de pajareros con teleobjetivos haciendo fotos a las colonias de charranes y fumareles... e incluso a las golondrinas que entran en el propio habitáculo, donde tienen sus nidos, para alimentar a las crías.

Nido de fumarel cariblanco

Zampullín chico

Charranes comunes, adulto y cría.

Calamón común, gallineta y zamullín chico.



Y el final del día nos despide en la Tancada y paseando por la estrecha franja "entre mares" donde se encuentra la playa del Trabucador..... El colofón a una jornada inolvidable...


Gaviota picofina

Charrancito



De nuevo en Peñíscola, nos dejaremos llevar sin mirar el reloj en un último paseo nocturno por el pueblo, despidiéndose de nosotros una salamanquesa al llegar de nuevo a casa, ya pasada media hora de la medianoche...