viernes, 26 de mayo de 2017

El nido del pájaro moscón (remiz pendulinus)...

Hacía tiempo que no teníamos la suerte de cruzarnos en el camino de algún pájaro moscón durante uno de esos paseos ribereños que gustamos de hacer de vez en cuando, "prismas en ristre"... Y este año ha habido suerte...

A principios de enero, durante una visita a Zamora pudimos contemplar varios de ellos. Es difícil hacer una foto en condiciones de este nervioso pajarillo que no para de moverse entre los carrizales y los árboles ribereños en busca de alimento, sobre todo si uno no dispone de tiempo... No logré ninguna en la que se aprecie bien ese "antifaz" característico de la especie que hace inconfundible al pajarillo, pero yo creo que viendo todas os podéis hacer una idea de lo chulo que es.



En este vuelo que hizo uno de ellos hacia donde
me encontraba se puede distinguir el antifaz

No tenía idea de colgar esas cutre-fotillos, pero lo hago ahora como complemento de las del espectacular nido que acostumbran a hacer estos ingenieros de poco más de de 10 cm. de longitud, seguramente la "casa pajaril" más espectacular que uno se puede encontrar por estas tierras.


Acostumbran los machos a empezar a construir los nidos con amentos de chopo, añadiendo lana y otras fibras vegetales para atraer a las hembras; de conseguirlo, éstas ayudan en la finalización del mismo, quedando muchos a medio hacer en caso contrario.

La mayoría, como el de la foto, penden (de ahí debe venir el nombre científico remiz pendulinus de una rama flexible de sauce o álamo). Pero lo que llama más la atención es su gran tamaño (unos 15 cm. de alto y la mitad de ancho) y, sobre todo, su forma; parece un gran capullo de seda del que surge un pequeño túnel de acceso. Son muy resistentes, aguantando vientos de 80 kms./h.

Como es fácil de imaginar, las fotos del nido no son de nuestra visita invernal a Zamora, sino de hace unas semanas en la ribera del Tormes tras dar con él gracias a las precisas indicaciones de un buen amigo pajarero.

En una segunda visita me oculté un ratillo entre los juncos tras escuchar pequeños pitidos en su interior y tuve la suerte de poder pillar a la hembra entrando a cebar a las crías... Mejor hubiera sido pillarla al salir, mostrándonos el antifaz, pero no fue posible ;-(

Este lirio estaba entre los juncos.



Por la zona había también un par de andarríos chicos, seguramente con el nido por allí cerca, a los que afoté "paseando" entre las berrañas...



jueves, 11 de mayo de 2017

Redescubriendo el Parque Natural de Redes y sus alrededores 13-16/04/2017.

Una vez más... y ya son unas cuantas, hemos tenido el placer de revisitar esta espectacular zona asturiana con valores culturales y naturales fuera de lo común (fue declarada en 2001 Reserva de la Biosfera por la UNESCO y zona de especial protección de las aves dos años después...).

Siempre nos vamos de Redes con muy buen sabor de boca después de haber descubierto nuevos rincones únicos y deleitarnos con alguna fugaz aparición de la fauna de la zona. Podéis ver las marchas que hicimos en nuestras dos últimas visitas, ambas otoñales aquí y aquí.

En esta ocasión nos juntamos nada menos que 5 familias con un total de 19 personas, tomando como centro de operaciones la posada "Cantu l'Osu" de Soto de Agues, donde siempre nos han tratado muy bien...

Como cabía esperar viniendo cada familia por su cuenta desde distintos lugares... y dos de ellas visitando Redes por primera vez, el jueves no pudimos hacer la ruta prevista todos juntos...

13/04: Circular desde Campiellos subiendo a la Xamoca.

Las dos familias que arribamos antes a Soto de Agues no estuvimos "operativos" hasta pasado el mediodía... eso sí, después de dejar los archiperres en la posada. Nos decidimos por hacer una circular  de poco más de 12 km. desde Campiellos (530 m. de altitud) acercándonos también a la peña la Xamoca (1288 m.). La hora de comienzo no era muy buena en un día soleado y caluroso, con los fuertes desniveles asturianos recibiéndonos nada más dejar el pueblo, pero había que aprovechar el día con mejores previsiones meteorológicas.


Nada más dejar el pueblo las primeras jugosas observaciones nos animan a afrontar la subida con más brío...

Lagarto verdinegro, uno de los endemismos de la Peninsula Ibérica

Escribano cerillo



Una hora más tarde empiezan las protestas de los más menudos de nosotros, ya hambrientos y algo cansados del viaje y de la subida con esos calores. Decidimos parar a comer pasadas las 14 h. a la sombra de unos árboles junto a la senda, sin esperar a llegar al Collau Unqueru.

Al fondo, la sierra del Crespón, por donde anduvimos en el 2014.


A la drcha. la sierra del Crespón, con Soto de Agues y Villamorey a sus pies


Retomamos la subida una hora después y pronto llegamos al Collau, que ofrece buenas vistas de los montes que tenemos al norte y al este, destacando el Tiatordos, desde aquí con forma piramidal, y las cumbres nevadas de Peña Santa de Castilla, ya en Picos de Europa.


A pesar de la calima se advierte la silueta de Peña Ubiña y
Los Fontanes arriba a la drcha, y a la izqda. la de Peña Mea.


Desde aquí nuestra ruta va cresteando camino del collau Faidiellu, siendo posible evitar la pequeña subida al Pico de la Corba, situado entre ambos collados, que no parece aportar nuevos paisajes. Aún así, me acerco, y desde él consigo vislumbrar mejor el macizo occidental de Picos, aunque la calima vespertina y las muchas quemas en los valles, algunas convertidas en verdaderos incendios empeoran cada vez más la visibilidad en grandes distancias.


El macizo occidental de Picos tras la "pirámide" del Tiatordos... abusando de zoom...



Desde este último collado se va subiendo poco a poco hacia el collado Lechugueru, desde donde se ve bien la trocha de bajada hacia la majada Les Campes, por donde pasa la circular. El calor sigue haciendo mella, y en este tramo, cuando son cerca de las 16,30 h., la mayoría de la "expedición" decide dejar la subida a la Xamoca para mejor ocasión. Paco y yo decidimos acercarnos rápidamente al pico mientras el resto nos esperan en las laderas herbosas.  Veinte minutos después llegamos a la cumbre, hasta donde llegan las últimas hayas que "trepan" por la ladera norte. La calima y el humo empeoran bastante unas vistas que tienen que ser espectaculares con la atmósfera limpia, aunque también las que ahora se nos ofrecen merecen, y mucho, el pequeño esfuerzo añadido de acercarse aquí.



Descendemos rápidamente hasta encontrarnos con nuestros compañeros de fatigas sobre las 17,15 h. y todos juntos vamos bajando hacia la majada, donde llegamos veinte minutos después.




El lugar es precioso, presentando una suave pendiente que ofrece vistas hacia el embalse de Rioseco y los valles del Alba y sus afluentes, con las montañas cantábricas de telón de fondo.


Y cuando estamos reponiendo fuerzas y regándonos con un agua bien fresquita que acabamos de coger en una fuente llega la más "jugosa" observación ornitológica... Un quebrantahuesos que ciclea entre buitres sobre nosotros y al que un alimoche anda molestando de cuando en cuando... Ya en Salamanca me informarán vía e-mail desde la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos que se trata de "Cares", un macho nacido y liberado el año pasado en Picos de Europa.


En esta foto del "quebranta" se aprecian los paneles de identificación del programa de reintroducción.

Sobre el abrevadero junto a la fuente alguien ha colocado unas empalizadas que quieren, y consiguen, evitar el baño del ganado que frecuenta el lugar.


Seguimos nuestro camino ya por una pista, y la bajada nos acerca de nuevo a paisajes primaverales, con los árboles de hoja caduca mostrando sus hojas jóvenes y algunos de ellos en plena floración.





Y sobre las 19,15 h. nos encontramos con dos de las tres familias que no han podido hacer la marcha de hoy, con quienes hemos quedado por la tarde. Nos cuentan que al salir del pueblo han podido ver como una culebra de pequeño tamaño intentaba dar buena cuenta de un pequeño sapo que parecía imposible que pudiera entrarle en la boca... El ofidio abandonaría su intento ¿por el momento? al ser descubierta, dejando una de las patas del batracio en muy mal estado. Al volver a pasar por allí de bajada ya no estaban ni uno ni otro, pero poco después encontraremos un ejemplar joven de culebra lisa muerta similar a la que parece ser la causante del agravio, a la vista de las fotillos que nos muestran. El fuerte golpe que tiene en la cabeza indica que se ha cruzado con un ser humano a quién no le gustan las culebras...

Culebra lisa ¿meridional o europea?



14/04: Circular desde Les Campes por Peña Mea y L'Arcu.

Tras descartar una ruta saliendo de Soto, y siguiendo las recomendaciones de nuestra "patrona" ante las predicciones meteorológicas, el viernes 14 nos vamos a salir un poco de Redes y tomamos dirección a Pola de Laviana para desde allí acercarnos a La Cuesta y subir, por un camino hormigonado hasta Les Campes, lugar desde el que empezaremos a caminar cerca de las 11,30 h. de la mañana.

La ascensión a Peña Mea, todo un clásico asturiano, la vamos a plantear también en plan circular, bastante animados después de que un paisano nos diga en La Cuesta que suele subir con su crío de pocos años... El mismo paisano es quién nos convence para acercarnos en los coches hasta les Campes, donde encontraremos sitio para aparcar sin problemas junto a una ermita... después de rezar un rato por no encontrarnos un coche en sentido contrario por las estrecheces del camino y el barranco lateral...

La verdad es que la marcha de hoy, aunque corta, se va a hacer durilla para los compañeros que no están muy acostumbrados a pegarse estas "jupas", que no son pocos, pues se salva un buen desnivel entre los 770m. de Les Campes y los 1558 de Peña Mea en un trayecto que rondará los 3 km.

Con el trayecto bajado de wikiloc pronto vamos a vernos envueltos por las nieblas que nos acompañarán camino de Peña Mea, sin apenas dejarnos disfrutar del amplio valle donde se encuentra la ermita de Les Campes; un entorno mágico, Asturias cien por cien...


Chochín cantando.


Pasado el mediodía, dejamos de ver las señales de pequeño y gran recorrido que nos acompañaban, y comprobamos que el track más o menos sigue otras marcas (círculos amarillos) sobre piedras que indican el ascenso a Peña Mea, ya fuera de pistas y caminos, aunque casi siempre sobre trochas que zigzaguean con  repechos cada vez más fuertes.




Y sobre las 14 h. llegamos a la cima, con la suerte de poder contemplar un mar de nubes inolvidable desde la misma...



Poco a poco van llegando todos los miembros del grupo, y procedemos a dar buena cuenta de nuestras viandas al calorcito del sol...

Acentor alpino



Una hora más tarde iniciaremos el descenso en busca de L'Arcu, más conocido por "Ojo de buey", una gran ventana que la madre Naturaleza ha abierto en una gran pared caliza que esperamos encontrar sin niebla...


Lagartija serrana


Los desniveles van a ser bastante fuertes al principio, aunque el camino se sigue bien en un día sin lluvia como hoy. Sobre las 16 horas, mientras parte del grupo se entretiene con un lución que se deja ver entre la hierba me desvío un poco del camino de bajada y encuentro una "ventana" que no es L'Arcu, pero que merece la pena ser visitada. Hace unos días me enteré que junto a ella hay una trocha que conduce a la parte de atrás de L'Arcu. Después de deleitarnos un rato con el reptil y algún que otro mineral curioso nos acercamos todos a la cueva del "falso" Arcón, y tras retomar el camino, en unos pocos minutos pasamos junto a L'Arcu... envueltos aún por la niebla... :-(




Lución, parece una serpiente pero resulta que es un lagarto sin patas.


El "falso" Arcu desde el otro lado.


Unos minutos más tarde decidimos seguir el camino evidente que baja por la canal de Cueves que seguimos desde la cima, y no cambiar a la ladera oeste de la Peña, como hace el track que llevamos.





En unos 45 minutos desde L'Arcu llegamos ya a una zona desde donde se ven cabañas a nuestra derecha, dejando la canal para acercarnos a ellas con idea de recuperar la circular acercándonos a la collada de Pelúgano. Dejaremos atrás una trocha que nos podía haber conducido a la collada sin necesidad de bajar, para ver mejor el nuevo valle que se abre ante nosotros, ya bajo las nieblas, y pasar por alguna braña y zona arbolada donde se dejan ver muchos pajarinches...



Tarabilla común.

Acentor común.

Desde el collado nos dirigimos por buena pista hacia les Campes, pasando junto a unas casas con unos adornos en sus partes de madera muy bien ejecutados...





Una hora más tarde, ya muy cerca de los coches (que venimos viendo ya desde el collado) nos entretenemos un rato en una fuente con gran cantidad de renacuajos y tritones ibéricos.


Al fondo a la drcha. ya se ven los coches.




Tritón ibérico


Y media hora después damos por finalizada la ruta al llegar a la ermita, donde la familia "alcalaína" nos sorprende a las "salmantinas" y la "alemana" con unas torrijas que ponen la guinda a una jornada inolvidable... Bueno, aún queda la pedazo de cena en el "Cantu l'Osu" y el limonchelo que se saca de la manga también el amigo Juan, anticipo del juego de magia con que nos sorprenderá su familia.




15/04: Brañagallones-Collado Puercu-Brañagallones-Bezanes.

Y como hay mucha rodilla maltrecha después de la marcha de ayer, el sábado contratamos un servicio de taxi en todoterreno desde Bezanes que nos acerque a Brañagallones, desde donde esperamos dar un buen paseo por sus bosques y bajar después hasta el pueblo. Ya hemos contratado este tipo de servicio en otras ocasiones, pero esta vez Rafa nos va a dar una auténtica clase magistral sobre la naturaleza, costumbres, economía y gentes de esta zona mientras conduce el 4x4 que nos ha tocado en suerte coger, lo que es muy de agradecer.

Curioso nombre, Brañagallones, que habla del lugar de reunión de urogallos en celo en otros tiempos no muy lejanos. Llama mucho la atención encontrar una zona llana tan amplia en plena montaña, y es que hubo aquí una o varias lagunas de origen glaciar cuya colmatación dio origen al enclave que hoy se nos muestra.

Los todoterrenos nos dejan junto al antiguo refugio de cazadores construido en los 60 del siglo pasado, reconvertido primero en hotel de lujo y desde hace poco, tras un prolongado cierre, en refugio-albergue de montaña con unos precios populares que prometen vernos pronto durmiendo por allí...

Cuando tan solo queda un cuarto de hora para mediodía comenzamos a caminar, paraguas en ristre ante las predicciones, enlazando desde el refugio con la pista que conduce a la majada de Valdebezón por un bonito atajo.


 El responsable del refugio nos ha recomendado la ruta, indicándonos que nos acerquemos a la cueva donde nace el río. Las nieblas altas ya penden sobre nuestras cabezas, pero el paseo, cruzando un gran hayedo, se hace muy agradable, sobre todo desde el cruce del río Monasterio por un bucólico puente junto a una cascada.


Seguimos junto al río a partir de aquí. Impresiona ver como éste se precipita bruscamente aguas abajo dando origen a la foz del Retoyu y al valle de la Trapa antes de unir sus aguas a las del Nalón.





Sobre las 13,15 h. nos encontramos cruzando el río de nuevo en busca de la cueva donde nace, sin muchas referencias del lugar concreto donde se encuentra. Tras una corta búsqueda damos con la cueva; no tiene mucho mérito... solo hay que seguir río arriba ;-)




Cuando ya son las 14 h. hacemos un tentempié-comida (dependiendo del hambre de los miembros del grupo tras el potente desayuno en el albergue de Soto) en una gran pradera próxima a la cueva. Desde allí sube un camino hacia los collados Puerco y de las Arenas, que dan paso hacia Vega Pociellu, otro de esos lugares mágicos que esconde Asturias. Cuatro miembros del gran grupo decidimos hacer una rápida aproximación a ambos collados y el resto prefieren bajar poco a poco de regreso a Brañagallones, donde nos esperarán comiendo, jugando o disfrutando del entorno...


La subida, de unos 300 m. de desnivel nos lleva media hora y las nieblas no nos permiten disfrutar "a tope" de las vistas. Vega Pociellu tampoco se deja ver desde aquí, oculta tras un cordal inferior. Aún así, el panorama hacia los neveros bajo la Peña del Viento y los prados de Valdebezón y de donde hemos dejado al resto del grupo son una pasada. Luego me he enterado que desviándose un poco es posible asomarse también desde el collado y ver Brañagallones..; habrá que dejarlo pendiente...



Los primeros narcisos...

Nos quedamos sin ver Vega Pociellu, sita bajo el cordal
que se ve en el centro... ¡Hay que dejar cosas para la próxima! ;-)

En el centro, la campa donde dejamos al resto del grupo;
sobre los amplios neveros se esconde la Peña del Viento.

Sobre las 15 h. iniciamos un rápido descenso, justo en el momento en que empiezan a abrirse más claros. 45 minutos después, cuando lleguemos al refugio, donde nos esperan los demás, el sol hace acto de presencia y se disipan poco a poco las nieblas.



Comemos los últimos en llegar y tras una búsqueda los dos  más jóvenes, que andaban buscando tritones en una fuente y no aparecían, dejamos la gran vega cerca de las 17 h. para bajar (y subir en algunos tramos) plácidamente la pista de unos 11 km. que lleva a Bezanes.


Sierra Les Pries desde Brañagallones.

El refugio.








Ésta va colgada sobre el profundo valle arbolado del río Monasterio, camino de la foz de que antes os hablé. Por encima de ella, destacan los picos más altos de la zona.


A la izqda. la sierra Les Pries, que se encuentra sobre Brañagallones, con los collados
Puercu  de las Arenas, donde estuvimos algunos, en el centro.

Foz de Retoyu

En un cuarto de hora llegamos a un mirador con un panel bien pensado, ya cerca del llamado túnel del crestón.


Peña del Viento (1992 m.) sobre el arbolado Monte de Redes.

En éste pequeño túnel nos comentó Rafa en la subida que hay gente que prefiere bajarse de los coches por el vértigo que produce el barranco de al lado...




 Desde aquí las formas de la peña de Brañapiñueli son especialmente llamativas.

Brañapiñueli




Media hora más tarde tendremos la jugosa observación de la jornada, con un águila real que asciende desde la foz y pasa a unas decenas de metros de nosotros, siendo acosada por varias chovas piquigualdas cuando se acerca a sus nidos.

Águila Real




Roedor que se revolcaba junto al camino, quizás por haberse enganchado con alguna zarza.

Y pasadas las 19 h. nos hacemos unas fotillos de grupo junto a unas colmenas ya cerca del punto donde la pista cambia de valle.


En ese lugar hay otro mirador que ofrece nuevas vistas hacia el valle del Nalón, destacando especialmente las moles del Maciédome y del Tiatordos, ambos aún cubiertos por las nieblas.



Al fondo el cordal de Ponga, con el Tiatordos y el Maciédome en sus extremos.




Más abajo se deja ver tímidamente la cumbre de éste, y bajo él el pueblo de Pendones y el desfiladero por el que se asciende al pico.

Pendones

Bezanes

Cerca de las 20 h. llegamos los primeros a Bezanes dando por finalizada otra jornada inolvidable en la que también el tiempo ha sido más propicio de lo esperado.




16/04: Paseo mañanero en Gijón.

Y el día de regreso nos acercamos a Gijón disfrutando de su impresionante playa de San Lorenzo y dando un paseo hasta Cimadevilla y el puerto deportivo, culminando la mañana con una potente comida en el restaurante "El Mirador de la Playa", muuuuy recomendable. Bueno, también tenemos que "escalar" por una farola para recuperar el frisbee que los peques han colgado en uno de sus lanzamientos antes de recuperar los coches sobre las 17 h. para partir "cada mochuelo a su olivo".