viernes, 8 de enero de 2016

Sevilla-Punta Umbría-El Rompido-Riotinto 05-08/12/15

Decidimos muy tarde donde pasar el puente de principios de diciembre, concretamente dos días antes, al encontrar una buena oferta en el "Precise Resort El Rompido", en la costa onubense. A pesar de las dificultades para encontrar sitio con tan poco margen, por poco más de 190 € ibamos a disponer de un bonito apartamento durante 3 noches.

Salimos de Salamanca el sábado 5 sobre las 8,30 h. con idea de pasar el día en Sevilla. La capital andaluza nos recibió con un tiempo primaveral, y tuvimos mucha suerte a la hora de aparcar, pues lo hicimos cerca de la plaza de España, en la misma zona donde quedó el coche en nuestra última visita, hace unos 10 meses.


Unos minutos más tarde estábamos paseando por la Pza. de España, donde nos íbamos a encontrar con el amigo Adolfo y familia poco después de coincidir con un rodaje de un spot publicitario de ropa interior con una modelo de muy buen ver...



Como lo habíamos pasado muy bien alquilando una "calesa a pedales" en nuestra última visita volvimos a hacerlo en esta ocasión, y recorrimos de esta guisa el parque de Maria Luisa esquivando peatones y calesas y turnándonos como conductores.



Luego nos fuimos a comer a un restaurante que nos encantó en nuestra anterior visita, sito en las proximidades de los jardines de Murillo. Cerca de allí se veían muchos nidos de cotorras en una gran palmera, y pudimos comprobar una vez más la proliferación de estas aves invasivas en esta zona.

Cotorra de Kramer
Cotorra argentina
Por la tarde nos íbamos a dar un garbeo por el Barrio de Santa Cruz, saliendo del mismo  junto a la Giralda y acercándonos luego a la zona del Ayuntamiento antes de caer la tarde. Esperábamos encontrar gente, pero no tanta, y es que las buenas predicciones meteorológicas para el puente han dejado la capital hispalense sin plazas hoteleras.







En esta foto de un detalle de la fachada barroca del Ayuntamiento podéis ver lo que se ha convertido en su curioso logotipo, que no tiene nada que ver con el "nodo" que predecía a las películas hace unos años... Las sílabas "no" y "do" unidas con esa especie de madeja que más bien parece un ocho parece ser que forman una especie de acrónimo-jeroglífico traducible por "no-madeja-do" que en lenguaje hablado viene a ser similar a "no me ha dejado", en referencia a la fidelidad de la ciudad a Alfonso X el Sabio durante la guerra que éste tuvo contra su hijo Sancho.



Cuando el sol se encuentra ya cerca de su puesta decidimos acercarnos al mirador de "las setas", esa polémica estructura de madera sita en la plaza de la Encarnación donde tan bien lo pasaron los peques en nuestra anterior visita. Aquí están garantizadas buenas vistas al atardecer y al caer la noche.






Esta vez aprovecharemos los "valores añadidos" al ticket de entrada, visitando el museo bajo la estructura de madera, donde se conservan "in situ" espectaculares restos de la Hispalis romana.




También a cargo de la entrada nos tomamos unos refrescos, acompañándolos con unas castañitas que aquí, como en Portugal y otros lugares, se asan con sal, tiñéndolas de ese color blanco tan característico y aportando un sabor diferente.


Un paseo por el centro nos permite ver algunas iluminaciones navideñas muy llamativas, sobre todo en torno a la c/ Sierpes y el Ayuntamiento. Retornamos luego por la Avda. de la Constitución en busca del coche y, ya cerca de la Plaza de España nos sorprende encontrar un mercadillo con puestos que nos recuerdan los vistos en Estocolmo hace "unos añitos", y con pista de patinaje al lado, como queriendo parecerse un poco más, si cabe. Y cuando ya son cerca de las 21 h. partimos rumbo al Precise Resort de El Rompido, cuya localización por la noche nos supone algún pequeño problema, solventado con la ayuda de San GPS.

Al día siguiente, después de desayunar y dar una vuelta por las instalaciones del Resort decidimos hacer una caminata por la red de senderos del Parque Natural de las Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, accesible a pie desde aquí.


Bordeando uno de los dos campos de golf que rodean al Resort por la continuación del mismo camino que nos trajo en coche, ahora convertido en pista, llegamos enseguida a la zona de marismas que, a pesar de la sequía, esconde una gran cantidad de aves, destacando en esta época las limícolas. Y la mañana empieza con buenas sensaciones ornitológicas, observando un aguilucho lagunero y un águila pescadora sobrevolando el lugar. Ya caminando por un sendero entre pinos, arbustos y vegetación rastrera veremos varios archibebes comunes y algunas cigüeñuelas desde muy cerca.


Águila pescadora
Abubilla
El sendero nos acerca al río Piedras en una zona que deja ver el poblado de El Terrón, donde se conservan los restos de un puerto fenicio, en la otra orilla. Y por aquí nos encontramos otra familia salmantina cuya madre fue compañera de cole de Lucía.... casualidades menos casuales en puentes y vacaciones...

Y de vuelta al Resort se deja fotografiar, aunque desde lejos, un pito real; y de nuevo están ahí las cigüeñuelas y archibebes que vimos a la ida.

Pito Real
Cigüeñuela
Archibebe común
Ya en el Resort nos sorprende la confianza de una garcilla bueyera. Por la tarde y al día siguiente veremos que la especie es bastante común, atraída por la bichería de los prados artificiales de los campos de golf y del Resort.

Bisbita común
Garcilla bueyera

Con buen criterio, después de comer en nuestro apartamento aprovechamos para echar una siestecilla y decidimos acercarnos por la tarde a Pta. Umbría para dar un paseo desde el pueblo hasta su faro. Nos encontraremos de nuevo en un "vista point" sobre la flecha de El Rompido con la familia que vimos esta mañana. Esta flecha arenosa que, a modo de península, separa el estuario del río Piedras del océano Atlántico es el único tramo de tierra que crece cada año en España... y lo hace a razón de unos 40 m. anuales... Accesible a pie desde la Antilla, lo es más fácilmente en barco desde El Rompido, con un gran trasiego de gentes en verano atraidos por su gran playa virgen de más de 12 km.



En las pequeñas playas de Pta. Umbría sitas aún a orillas del Odiel empezamos a tener jugosas observaciones. Primero serán varios vuelvepiedras y un zarapito trinador, y luego varios correlimos tridáctilos.

Vuelvepiedras
Zarapito trinador "zampando"

Correlimos tridáctilo

El camino hacia el faro se hace cada vez más atractivo al ampliarse las vistas hacia el océano conforme te alejas del pueblo. El día parcialmente nuboso que nos acompaña nos va a ofrecer un atardecer espectacular al llegar al faro, y también al regreso durante un rodeo que damos por la inmensa playa que encontramos junto a él. Por allí encontramos algún que otro paisano marisqueando y una gran cantidad de gaviotas sombrías, patiamarillas y reidoras con algunos ostreros entre ellas.







Nos despedimos del Odiel con un último vistazo a la zona industrial que destaca por su iluminación al otro lado del río, y paseamos luego por el pueblo, donde nos vemos sorprendidos por algún maniquí "oversized". Como no podía ser de otra forma, también aprovechamos para tomar unas castañitas y unas gambas.



Las buenas sensaciones del paseo matutino del día anterior nos deciden por pasar de nuevo del coche por la mañana y explorar un poco más el parque natural que tenemos al lado. Incluso aprovechamos la coyuntura hotelera para echar un partidito de tenis a primera hora (aunque en esta época las actividades del Resort están a medio gas, hay ofertas interesantes, con actividades deportivas para adultos, programa infantil y espectáculos nocturnos...).

Tomaremos un sendero que desde el Resort conduce a El Rompido atravesando primero un campo de golf e internándose después en la zona protegida con una red de senderos muy atractivos para pasear. Nosotros nos acercaremos al pueblo por el que va junto al río Piedras.

Cuprinus

David se percata de la presencia de una araña de grandes dimensiones y precioso colorido que resulta ser una hembra de araña tigre que se va a dejar fotografiar sobre su gran telaraña con esos hilos irregulares de mayor grosor tan característicos, quizá para advertir de la presencia de su trampa a animales grandes.

Araña tigre
En esta zona encontraremos una gran cantidad de limícolas de distintas especies: chorlitos grises, correlimos comunes, tridáctilos y gordos, archibebes comunes y oscuros, zarapitos reales y trinadores, chorlitejos grandes, vuelvepiedras, agujas colipintas... Se dejarán ver también garcetas comunes, garzas reales, azulones, cormoranes grandes.., pero la joya de la corona será en esta ocasión un pechiazul que pude observar a placer con los prismas, pero que no se dejaría fotografiar... ;-(

Chorlito gris
Archibebe común nadando
Correlimos tridáctilo


Zarapito real y zarapito trinador
Después de una buena comida a base de tapas en "la Botánica", restaurante muy recomendable con óptima relación calidad-precio, volvemos al Resort por el mismo sendero que trajimos, continuando con nuestras observaciones jugosas...



Aguja colipinta
Archibebe oscuro


Bando de cormoranes grandes
Garceta común
Me sorprende ver un gato encaramado en un pino a bastante altura...


Sobre las 16,30 h. llegamos al apartamento, con tiempo de obsequiarnos con una nueva siestecilla antes de afrontar el "planning" vespertino del día. Éste nos llevará al centro de visitantes del Parque Natural de las marismas del Odiel, donde ya estuvimos hace unos meses y que, como en aquella ocasión, encontraremos cerrado. Pero nos da igual porque la hora es buena y sus aledaños rezuman de vida. No nos fallan los flamencos, pocos en esta época, y vemos también cigüeñuelas y ánades frisos entre otras especies. Nos sobrevuelan también varios bandos de espátulas...

Ánades frisos


Bando de espátulas
Antes de que se haga de noche decidimos acercarnos al muelle-embarcadero del río Odiel justo en la otra orilla, dentro de la ciudad de Huelva. Desde esta estructura de madera y metal construida a finales del s. XIX se embarcaba el mineral procedente de las minas de Riotinto rumbo a Inglaterra. Tiene algo más de 1 km. de longitud, con unos 500 m. construidos sobre el río, y era el punto final del trazado de un ferrocarril con dos plataformas. En desuso desde 1975 fue declarado Bien de Interés Cultural en 2003, siendo restaurado y convirtiendose en lugar de paseo donde se acercan muchos onubenses para disfrutar de la puesta de sol desde un mirador privilegiado. Nos acercaremos luego al centro de la capital dando un paseo antes de regresar al apartamento sobre las 21 h.


Y el martes 8 dudamos entre volver a pasar por Sevilla, acercarnos a Doñana o visitar las minas de Riotinto, decantándonos por esta última opción por no conocer aún la zona y pillarnos ya de regreso a casa en un día que se prevé algo complicado en las salidas de grandes ciudades como Sevilla.

Pasadas las 12 h. llegamos a Minas de Riotinto justo en el momento de cierre de los pases matutinos que incluyen la visita a la mina a cielo abierto de Peña de Hierro. Dejamos para otra ocasión un atractivo recorrido por el ferrocarril minero por razones de tiempo. Y para la tarde nos va a quedar la visita al museo minero y una casa rehabilitada en el barrio inglés de Bellavista (34 euritos por los cuatro para la visita a Peña de Hierro y ambos museos está más que bien pagado a mi juicio...).

La visita a Peña de Hierro se hace partiendo de Minas de Riotinto en coche propio, siguiendo los visitantes al coche de los guías durante más de 10 kms. Una vez allí te dejan un casco ¿¿?? para recorrer una pequeña galería al fondo de la cual se ve la mina, parcialmente inundada tras su abandono. Un guía nos va a explicar el funcionamiento e historia de las minas de forma amena y didáctica aunque, a decir verdad, lo que se contempla puede verse también sin pasar por taquilla. Al acabar la "corta" visita a la "corta" de Peña de Hierro decidimos no incorporarnos a la caravana que llevará a los visitantes de regreso y nos quedamos en las proximidades del nacimiento del río Tinto recreándonos un buen rato con los paisajes descarnados con esos cursos de agua rojiza muy contaminada que cuando pierden profundidad adquieren tornos verdes por las colonias de algas que consiguen sobrevivir en su interior.









Regresamos con tiempo para dar un pequeño vistazo al museo minero antes de acabar el turno de la mañana, y decidimos comer en un restaurante junto a él, volviendo a visitarlo por la tarde. Unas buenas explicaciones en los distintos paneles del museo complementan muy bien las que oimos por la mañana y  permiten hacerte una idea de la importancia de esta cuenca minera explotada desde hace más de 5000 años. Oro y plata casi quedarán agotados tras la explotación por los romanos, y será en el llamado período británico, entre 1873 y 1954, cuando se produzca la mayor salida de mineral (cobre, plomo, cinc... además de pequeñas cantidades de oro y plata), tras la compra del terreno por la recién creada Riotinto Company y la creación del ferrocarril minero que unía las distintas cortas con el puerto de Huelva. En 1954 las minas pasaron a manos españolas, siguiendo una explotación cada vez menor, hasta casi llegar a nuestro siglo. Durante el funcionamiento del ferrocarril se estima que transportó más de 130 millones de toneladas de mineral, siendo el cobre la principal extracción, aunque también otros minerales. Las reproducción de una mina romana, las exposiciones de locomotoras y vagones y de hallazgos arqueológicos anteriores o las maquetas de toda la zona donde se aprecia la evolución de los trabajos en el período británico que fueron fagocitando incluso pueblos y poblados en su afán extractivo hacen muy amena la visita. Los paneles explicativos de este período presentan muy bien sus luces (creación de hospitales y escuelas cuando apenas existían en España) y sombras (represiones de protestas obreras culminantes en el llamado año de los tiros, cuando en en una de ellas se calcula que murieron cerca de 1000 personas)...

Y cuando ya son casi las 17 h. hacemos una visita fugaz a la casa nº 21 del barrio inglés de Bellavista, donde se recrea la vida cotidiana en este enclave británico. En los alrededores aún se conserva la capilla presbiteriana y algunos de los campos de tenis, polo, cricket, golf o fútbol... Aquí fue donde empezó la práctica de este último en España...

Un cuarto de hora después partimos ya en busca de la autovía que nos llevará de regreso a Salamanca, dejando atrás una de las mayores cortas donde sorprende encontrar una gran cantidad de camiones... y es que el encarecimiento del precio del cobre en la actualidad vuelve a hacer rentable la extracción y ya se está preparando la reapertura de algunas minas que van a suponer la creación de unos 1000 puestos de trabajo entre puestos directos e indirectos en la zona...



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