viernes, 29 de enero de 2016

Batuecas desde arriba -circular- 24/01/2016

El domingo pasado hemos disfrutado de una de esas marchas que te dejan el cuerpo "como nuevo" después de caminar casi durante 20 kms. superando sobradamente los 1000 m. de desnivel y tocando acelerar un poco al final para minimizar el inevitable trayecto último a recorrer de noche; todo ello disfrutando de vistas inmejorables sobre uno de los espacios naturales mejor conservados de nuestra tierra y con un pequeño enriscamiento que acabó por darle un toque aventurero a la marcha...

Salimos de Salamanca rumbo a Batuecas sobre las 9,20 h. tres adultos y tres peques a sabiendas de que más que probablemente coincidiríamos con otros amigos que también iban a la zona. Una hora más tarde un mar de nieblas sobre las montañas extremeñas y el salmantino valle al que nos acercamos nos obliga a parar unos veinte minutos en las inmediaciones del Portillo para disfrutar del panorama. Y es aquí donde nos encontramos con los amigos, siete humanos y dos cánidos, que se han decidido por hacer la misma marcha lo que, a la postre, nos vendrá muy bien en el trayecto donde el camino se pierde "un poquillo".




Cuando ya son más de las 10,45 h., tras dejar los coches en el segundo de los "nuevos" aparcamientos, situado a menos de 600 m. sobre el nivel del mar iniciamos la marcha por el sendero que acerca al monasterio junto a la carretera, donde vemos que uno de los "nuevos" puentes ya está averiado, aunque aún cumple su función. Al llegar a la fuente a la izqda. del sendero, poco antes de salir a la pista que conduce al monasterio buscamos la trocha que en suave pero continuo ascenso nos acerca a la portilla del Cid, conocido también como collado del Cabezo. En este primer tramo se despiden las nieblas del valle dejando algunas luces que los foteros del grupo intentamos atrapar como podemos. Y más adelante ya se deja ver el monasterio a nuestros pies. Ya cerca del mediodía nos encontramos a unos 900 m. de altura, y debemos dejar la trocha que traemos para buscar un nuevo sendero que se pierde entre los arbustos durante un buen tramo, tapando literalmente a los más menudos del grupo en algunos momentos.






 Diez o quince minutos más tarde ya se abre el panorama y comienzan las jugosas observaciones del día, con un pequeño sapo común (bufo bufo) mimetizado entre el roquedo.


Seguimos con nuestra suave ascensión y de nuevo se deja ver el monasterio con el zig zag del Reventón que tantas veces hemos hollado. También destaca la ermita de San Elías junto a una parte del muro que rodea el complejo religioso.





Seguimos nuestro camino alternando tramos sobre amplias pedreras con zonas de exhuberante vegetación mediterránea con ese toque húmedo característico de la zona que deja en las umbrías una gran cantidad de musgos y líquenes.., e incluso hongos en enero.







Se empiezan a dejar ver viejos conocidos como el covacho del Pallón, donde estuvimos comiendo hace dos años y pico en una excursión muy recomendable, de las primeras que subí al bloggg,  que podéis ver aquí.


También lo hace otra vieja conocida, como es la cascada de Batuecas, uno de los destinos más buscados por los visitantes de Batuecas.



Y un poco más adelante Antonio me pone al tanto del poético nombre con el que han bautizado a una gran pedrera que surge frente a nosotros por la que sigue nuestra ruta, la pedrera de la mariposa. A la vista de la foto podéis comprobar que el nombre le viene como anillo al dedo.


Como cuando llegamos a ella ya son cerca de las 14 h. paramos a comer allí, recreando nuestras vistas en la contemplación de otros conocidos como la peña del Huevo, el Portillo donde paramos antes de bajar al valle esta mañana o la Orconera, donde hicimos otra preciosa travesía la primavera pasada que podéis ver aquí. Más lejos empieza a dejarse ver la sierra de Béjar con muy poca nieve para la época en la que estamos.





Tras dar buena cuenta de nuestras viandas y descansar como se puede entre tanta piedra angulosa retomamos la marcha 45 minutos después, saliendo a recibirnos enseguida la Peña de Francia coronada por su "cohete". Y junto a él ese convento camuflado entre el roquedo, cuyo enclave puede parecer mucho más duro y totalmente opuesto al de su hermano del valle pero que, como éste y tantos otros conventos y monasterios, se encuentra en un entorno privilegiado donde la fuerza de la naturaleza se respira en todo momento.





Seguimos subiendo entre pedreros dejando los bosques atrás, aunque aún se resiste alguna zona de pinares de repoblación. Algún buitre leonado se acerca de vez en cuando, aunque este día no va a ser demasiado pajarero (por la mañana, no obstante, se dejo ver una pareja de buitres negros...).








Son ya las cuatro de la tarde cuando, poco después de superar los 1400 m. y empezar a bajar llegamos al puerto de Monsagro (1359 m.), desde donde se deja ver el pueblo al fondo del valle que traza el Agadón. A nuestra  izqda. dejamos muy cerca el cerro Rongiero, que con sus 1632 m. corona el valle donde nos encontramos.


Poco a poco vamos dando la vuelta con el valle principal de Batuecas y la sierra de Béjar al fondo frente a nosotros. A media ladera  nos acercamos a la zona conocida como los Puertitos donde un chozo rehabilitado servirá de referencia para dejar nuestro camino, que enlaza con una pista que lleva a la Alberca, e ir en busca del sendero que en fuerte descenso nos conducirá al fondo del valle.


 




Con el zoom a tope ya se deja ver parte del paraje conocido como las Catedrales e incluso el campanario del monasterio al fondo del valle (os invito a que intentéis descubrirlo en la fotillo que viene a continuación ;-))...

Pero es con el zoom a tope, y aún queda un largo trecho a recorrer. Sobre las 16,30 h., cuando ya empezamos a bajar con más brío, el sendero empieza a perderse en algunos tramos y decidimos continuar junto al curso fluvial en busca de nuevos hitos en una zona donde los fuertes desniveles y alguna que otra laja con humedades complican el avance.








Algunos miembros de este pedazo de expedición se adelantan y logran dar de nuevo con  el camino a la izqda. del río. Al cruzar éste nos percatamos de que estamos en una zona especialmente atractiva, con un conjunto de cascadas que hace un par de semanas han tenido que conformar un paisaje espectacular, aunque difícilmente accesible...





Son ya las 18 h. cuando decidimos continuar, y pronto nos sorprende encontrar varias ranitas patilargas (rana iberica), dos de ellas incluso unidas por el característico amplexus de los anfibios anuros... y estamos en enero...





Sobre las 18,40 h. enlazamos con el camino que viene del Chorro y afrontamos el último tramo del recorrido desde las Catedrales de noche a la luz de los frontales.


Os dejo un minimapa con el recorrido. Saludines a tod@s.




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