viernes, 13 de noviembre de 2015

Parque natural de Redes 31/10 a 02/11/15.

En esta ocasión hemos sido tres las familias que nos hemos juntado para pasar el puente en uno de esos sitios que tengo marcados con un asterisco por la cantidad de posibilidades que ofrece a los que nos gusta la montaña, incluso con mal tiempo. La abundancia de hayedos y bosques en general hace de Redes un destino ideal en época otoñal. Los seguidores del blog recordaréis esta entrada del puente del Pilar del año pasado.


Salimos de Salamanca sobre las 7,45 h. rumbo a Orlé, en el concejo de Caso, donde llegaríamos unas tres horas y media más tarde. Entre "a ver donde aparcamos", "átame esta bota" y "espera que haga unas fotos antes de ver donde empieza la ruta" hasta las 12,15 h. no salimos del pueblo.

Las rutas previstas eran bastante exigentes teniendo en cuenta que en esta época se hace pronto de noche y que no es el madrugar uno de nuestros fuertes, pero llevábamos alternativas que usaríamos o no en función del tiempo y de las recomendaciones del amigo Carlos, salmantino asturianizado gran conocedor de la zona que posiblemente se animaría a acompañarnos algún día.

La ocasión me va a resulta idónea para ahondar un poco en el conocimiento de Orux maps, aplicación para móviles Android que permite entre otras muchas cosas bajarse tracks y seguirlos usando el GPS del móvil. Ya en primavera lo usé durante esta visita al Norte de Burgos, y comprobé que utilizando mapas online la batería se consumía rápidamente, con lo que no lo veía muy operativo, pero la posibilidad de bajarlos y utilizarlos offline permitía seguir una ruta diaria con una sola carga sin problemas. Antonio lleva además GPS y domina el tema, con lo que podemos ir comprobando si coinciden lecturas y demás. Vamos con niños, y por ello  llevamos descripciones de las rutas y mapas en papel también, que con esto de las tecnologías uno nunca se puede fiar...

Para hoy hemos elegido una circular desde Orlé con ciertas dudas sobre poderla hacer que se incrementan al salir con algo más del retraso del previsto... Comenzamos remontando el valle del río Orlé.



Pronto nos vemos sorprendidos por las primeras cabañas típicas de la zona, cuya tipología se va a repetir a lo largo de estos tres días, con pequeñas casas, en las que hay que agacharse para entrar, destinadas a los pastores, junto a otras de gran tamaño destinadas al ganado. No faltará el banco a la entrada de las primeras, bajo una ventana ciega a modo de estante y protegido por un saledizo en el techo para resguardarse de la lluvia.


Sobre las 14 h. pararemos a comer junto a una majada que afea bastante un refugio de cazadores de vivos colores instalado allí.



Como hemos salido tarde y la marcha es larga, seguimos camino hacia la foz de Melordaña media hora más tarde. El ascenso por la corta y estrecha foz entretiene mucho a los más menudos y, una vez superada ésta, un gran valle acoge a la majada de Melordaña, con muchas cabañas que aún conservan sus techumbres de piedra.




El sol nos dará la bienvenida por aquí, y nos cruzaremos con varios grupos de senderistas, alguno de los cuales viene de la foz de Filipardo, hacia donde debemos encaminarnos nosotros si decidimos hacer la ruta circular prevista...; ya son más de las 15 h. y solo tenemos luz solar hasta las 18,30 o 19 h.


Tras un momento de duda decidimos seguir, al haber una cómoda pista de bajada hacia Orlé desde el collado Friera, que da acceso a la majada de la Felguera, más o menos en la mitad del recorrido que nos resta; si nos pilla la noche no habría problema para hacer este último tramo con los frontales.


La subida por la foz de Filipardo supera en un corto tramo unos 300 m. de desnivel con pocos hitos; no figura en el track que llevamos, cuyos autores eligieron una ruta más larga por la foz de Vallosera que conviene acortar. Aún así, es fácil de seguir manteniendo siempre la reguera a nuestra derecha y desviándoseen el tramo final a la izqda. en busca de la ruta del track, que viene por las cumbres de la Xerra de los Duernos.


En medio de la subida me encuentro con una gran losa, creo que de caliza repleta de crucianas. Curiosa esta zona geológicamente, con fenómenos kársticos sobre las calizas en el mismo lugar donde encontramos mucha cuarcita.


La jugosa observación del día llega cuando varios rebecos se acercan a toda velocidad a una parte de nuestro grupo, virando bruscamente su recorrido cuando casi los tienen encima.

Nos tomamos con mucha calma la subida y, tras una hora de ascensión desde Melordaña, sobre las 16,30 h. ya estamos todos de nuevo juntos en el "techo" del día a unos 1600 m. de altura.



Aunque los GPS nos indican que volvemos a estar en el trayecto de la ruta descargada tenemos algunas dudas, al no ver un buen camino trazado ni indicado al llegar a la cuerda, por lo que bajamos por la otra ladera, algo empinada en algún momento, en busca de algún camino que, atravesando ésta a media altura nos conduzca a la collada de los Duernos.

La foz de Saolla, en medio del arbolado de los escondidos bosques de Purupintu resalta imponente al norte.


Más rebecos se van a dejar ver también desde aquí y a duras penas y malamente consigo pillar uno con la cámara...


Poco a poco vamos siguiendo una trocha bastante embarrada y muy frecuentada por vacas, y ya cerca del collado un pequeño claro nos permite ver tras la foz de Saolla el mar "sobre" las cumbres de la Sierra del Sueve.



Al llegar a la collá de los Duernos, ya cerca de las 18 h., se nos ofrecen unas vistas impresionantes, sobre todo en uno de esos "momentos mágicos" en que los rayos del sol vespertino se cuelan entre las nubes.

Vista de la collada Friera desde la de los Duernos
 



Desde aquí ya se ve el collau Friera muy cerca, y ya en él empieza una cómoda pista que nos lleva primero a La Felguera, donde se nos hace ya de noche. Pasarán aún 90 minutos antes de llegar a Orlé, consiguiendo completar esta circular de unos 15,5 kms. con un desnivel de más de 1200 m. en un día donde hemos sentido el sabor de la aventura como hacía tiempo que no hacíamos...



A las 21 h., hora de la cena, llegamos a la posada Cantu l'osu, en Soto de Agues. Como siempre que hemos venido aquí, Sandra nos obsequia con una opípara cena de las de 3 platos y postre que nos van a venir de lujo para recuperarnos. Este albergue es muy recomendable para los que comparten nuestras aficiones, por situación, por trato y por comodidad, con amplias habitaciones con baño incluído y con buenos colchones donde descansar. La relación calidad-precio es óptima, sin duda.

El domingo era el mejor día en cuanto a predicción meteorológica, y teníamos pensada una marcha que nos llevaría de Caleao a la llaguna Caballuna atravesando el desfiladero de los Arrudos, una de las joyas de la corona de este paraíso que es el Parque Natural de Redes.

El día ya prometía cuando a las 10 de la mañana llegamos a los coches en el aparcamiento de Soto.


Y media hora más tarde nos llevamos la agradable sorpresa de encontrarnos en el aparcamiento de Caleao con el amigo Carlos, que ha venido con el pequeño Pablo para hacer la marcha con nosotros a pesar de no estar recuperado de una lesión que arrastra.

Poco antes de las 11 h. nos ponemos en marcha desde el parking, junto a la ermita de San Antonio, primero por un camino hormigonado salpicado de pequeñas construcciones ganaderas reconvertidas para su uso en tiempos de ocio, con muy buen gusto, la verdad.




El desfiladero de los Arrudos ya se deja ver claramente pasada una media hora. Su denominación procede de una especie de rústicas escaleras con peldaños saliendo en cruz desde una larga vara que usaban los lugareños para superar los enclaves más complicados antes del trazado de pistas y caminos por estos lares.


Tras la pequeña bajada del principio hacia el río-arroyo de los Arrudos, la cuesta arriba irá pronunciándose progresivamente, atravesando varias veces su cauce, una de ellas con el curioso puente colgante de la Calabaza Baxu, que sustituyó otro más liviano que las riadas se llevaban con demasiada frecuencia.




Es en esta zona donde el desfiladero se estrecha más, y el fuerte desnivel se supera en varios zig-zags con múltiples escalones, algunos tallados en la roca.





Tras dejar a nuestra derecha el camino que sube a la mayada la Robre llegamos a la Fontona, surgencia donde se encuentra una toma de agua que abastece a Gijón desde 1950. Una tubería subterránea de 56 km. conduce hasta allí el preciado líquido, siendo capaz de llevar hasta 200 l/seg.

En un giro del camino cruzamos el puente la Cerezal, dejando a nuestra izqda. la trocha por la que regresaremos parte de nosotros por la tarde.

El último tramo antes de llegar a la majada de Rexecu se hace atravesando un bonito hayedo.



Ya en la majada, sus amplias praderías salpicadas de cabañas, la mayoría muy derruídas, invitan al reposo. Ya son las 14 h. cuando nos juntamos todos y, como otros senderistas que encontramos allí, decidimos parar a comer, con un sol muy agradable calentando nuestras espaldas.


Hora y pico más tarde nos separamos Antonio, Carlos Paco y yo del resto del grupo que, con buen criterio, decide bajar por el mismo camino al haberse hecho tarde y la ruta ser larga.



Nos encaminamos los cuatro en busca de la majada de la Escosura, a la que llegamos en unos 20 minutos, y que nos sorprende por su gran amplitud y buen estado de varias cabañas.



Tras atravesarla, una pequeña subida nos conduce a la colladina que a 1540 m. de altura da acceso a la laguna Caballuna, dejando al otro lado los curiosos restos de un cercado circular de piedra.



Tras bordear la laguna por el norte nos situamos sobre la zona superior de una nueva majada que hace honor a su nombre, Les Llongues.


En el descenso veremos un par de grupos de ciervos, el primero de los cuales huye nada más percatarse de nuestra presencia. El segundo lo observaremos a placer con los prismas. Incluso tendremos tiempo para hacer alguna fotillo de las cuatro ciervas y el  macho joven pastando primero y en plena huída después.


Seguimos el descenso tras encontrar un marcado sendero a la izqda. que se introduce en un tupido acebal y en media hora nos deja en una nueva majada, también con un nombre que lo borda: L'Acebal.



Con los prismas llegamos a ver más ciervas pastando a lo lejos. También se dejan ver por aquí más hongos que por zonas más bajas, a pesar de la sequía.




A la izqda. de la majada reaparece el sendero, y es un poco más abajo donde nos enriscamos un poco, al confundirnos el camino marcado en los mapas del I.G.N. que sigue el reguero por la derecha. Nos salimos del buen camino por el que hemos dejado l'Acebal en busca de éste, pensando que el primero nos apartaría de la bajada a los Arrudos. Tras comprobar que dicho camino si lo ha habido alguna vez está totalmente perdido, volvemos sobre nuestros pasos para recuperar el que llevábamos. Perdemos así una hora en el trayecto final "circular" que debería habernos llevado poco más de 15 minutos. En el mapa del recorrido se ve bien la "zona de dudas" (Antonio, gracias por los mapillas, dicho sea de paso).




Como ya son las 18 h. y nos queda bastante, el último tramo, que ya conocemos tras la subida de esta mañana, lo hacemos a buen ritmo, cada vez con menos luz, pero sin llegar a usar los frontales. Una hora más tarde nos encontramos en el parking con el resto del grupo, que solo llevfa un cuarto de hora esperándonos.

Un día completito también éste, con más de 18 kms. recorridos por unos y más de 21 por otros con cerca de 1000 m. de desnivel.


Como los peques quieren disfrazarse con motivo de la celebración de Halloween, salimos rumbo al albergue, y Antonio, Paco y yo quedamos un poco más tarde para despedir a Carlos y Pablo tomando una sidrita en Rioseco.

Nuestro último día en Redes tiene peores predicciones meteorológicas, con lo que decidimos dejar dos coches en Tarna antes de empezar a andar en Pendones camino de Vega Baxu. Esto nos permitirá, en función de como se dé el día, seguir hasta allí o regresar a Pendones si la cosa se pone fea.

Tras despedirnos del personal de la Posada y comprar pan en Rioseco, algunos esperamos en Pendones el regreso de los conductores que han ido a Tarna.  Será ya mediodía cuando empecemos a caminar, con lo que no es raro que veamos con los prismas que ya hay gente en la cima del Tiatordos...




El camino es muy ameno y, tras llegar a un primer collado, ofrece impresionantes vistas sobre la subida del puerto de Tarna, con los hayedos mostrando sus mejores galas otoñales.




Sobre las 13 h. empieza a llover, tímidamente al principio y con más ganas  y viento racheado media hora después. Decidimos resguardarnos en una cabaña junto al camino que nos sorprende con unas inscripciones en madera hechas en 1915 y un artesanal grabado sobre su puerta de entrada.


Aprovechan algunos para tomar un tentempié y, con algunas dudas, decidimos seguir la ruta cuando escampa un poco. Poco después de las 14 h. estamos en Vega Baxu, donde el sol se abre paso entre las nubes, lo que nos permite comer muy a gusto.





En el pórtico de una de las cuidadas cabañas que encontramos allí vemos una estructura que se utiliza en el proceso de la fabricación de madreñas, según nos cuenta Antonio.


Una hora más tarde seguimos rumbo a Tarna quiados por el track bajado desde Wikilog al Oruxmaps. El camino entra nada más cruzar el reguero seco de la parte baja de la majada en un hayedo. Zigzagueando entre hitos, con una fuerte pendiente en algunos tramos, nos lleva hasta el collado de la Vega de Arriba, donde llegamos una hora más tarde.





Desde la majada de la Vega de Arriba saldrán a recibirnos varias vacas, probablemente confundidas al coincidir nuestra hora con la llegada de sus dueños, a los que encontraremos subiendo desde la zona de Tarna muy cerca de aquí.



Iniciamos el descenso de casi 800 m. de desnivel en medio de un paisaje idílico de verdes prados y amplios valles escoltados por hayedos en lontananza.


Una agradable pista que cruza el hayedo nos dejará en Tarna sobre las 5 de la tarde, justo cuando lla lluvia empieza a apretar un poco más.







Otra subida de casi 1000 m. de desnivel y 800 de bajada en cerca de 11 km. para despedirnos... Más de lo que parecía.


Es de agradecer que el tiempo nos haya respetado permitiéndonos disfrutar mucho tanto hoy como el resto de los días. En mi opinión, la apuesta por unas marchas más cañeras de lo habitual con los peques ha valido mucho la pena, permitiéndonos disfrutar a tope del otoño casino. Un saludín y ¡¡hasta otra!!


5 comentarios:

  1. Memorable. Inolvidable. Fotos muy guapas. Pedazo de blogggg

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  2. No dejas de sorprender con rutas maravillosas con unas fotos fantásticas y unos textos cuidadisimos. Enhorabuena Manolo,tienes una joya de blog.

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  3. No dejas de sorprender con rutas maravillosas con unas fotos fantásticas y unos textos cuidadisimos. Enhorabuena Manolo,tienes una joya de blog.

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  4. No dejas de sorprender con rutas maravillosas con unas fotos fantásticas y unos textos cuidadisimos. Enhorabuena Manolo,tienes una joya de blog.

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  5. No dejas de sorprender con rutas maravillosas con unas fotos fantásticas y unos textos cuidadisimos. Enhorabuena Manolo,tienes una joya de blog.

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