viernes, 20 de noviembre de 2015

Circular en la Sierra de Béjar 15/11/15

El pasado domingo nos acercamos a la sierra de Béjar sin una idea clara sobre cúal iba a ser nuestro recorrido, pero con ganas de conocer el "renovado y desbrozado" sendero que, partiendo del Travieso se dirige hacia Hoyamoros y la Ceja. Hacía ¡¡años!! que no nos dejábamos caer por aquí, hasta el punto que ninguno de mis dos vástagos conocían la zona...

Quedamos a las 9 "Paco's y Manolo's families" y hora y media más tarde ya estábamos entre escobas, alejándonos  de los coches que habíamos dejado a unos 1850 m. de altura en el aparcamiento del Travieso. No íbamos a tener problema alguno para seguir el "nuevo" camino pues, además de estar muy bien indicado por hitos, el amigo Pina me había pasado el día antes un track y unas útiles indicaciones.


Sobre las 11 de la mañana los más menudos de nosotros descubren a varias hembras de grillos de matorral, curiosamente en la misma escoba. Como ya comenté en otra entrada, llama mucho la atención esa especie de cola-aguijón con la que cuentan "ellas", apéndice especialmente diseñado para ocultar sus huevos de predadores en oquedades o bajo tierra.


Pronto empezamos a sortear zonas de prados entre tanta escoba, siempre alrededor de los arroyos que bajan desde las zonas más altas o surgen súbitamente tras un recorrido subterráneo. Hay que tener especial cuidado con estos humildes cursos de agua, que hoyan la tierra por la que pasan a veces con decenas de cms. de profundidad permaneciendo ocultos entre la vegetación.


Resulta muy agradable caminar por el "nuevo" sendero, mucho menos exigente que el "subidón" hacia el Calvitero. Sobre las 12 h. atravesamos la zona conocida en los mapas del IGN como las Cañadillas por donde baja el arroyo Vicioso. Un montañero de Candelario con el que nos cruzaremos nos dirá que las Cañadillas quedan valle abajo, y esto son las Hoyuelas, topónimo muy adecuado, dada la gran cantidad de hoyos que debemos esquivar a nuestro paso. La ubicación de ambos nombres en los mapas quizá figure al revés por confusión en la ubicación de ambos nombres. Sea como fuere, el paso por estos lares me trae a la memoria vivencias de otros tiempos, cuando lo más parecido a un móvil era el zapatófono del superagente 86. Por falta de vehículos propios a veces quedábamos en Salamanca para coger el autobús de Béjar y subir andando desde allí a la sierra o hacer "trasbordo" hasta Candelario y empezar la ruta allí... Un sábado invernal quedamos para subir a Hoyamoros y dormir sobre la nieve en nuestros super-sacos marca Esterra resguardados de la noche en aquellas míticas tiendas canadienses. Nos enriscamos un poco y nuestro grupo acabó acampando por esta zona por la que ahora pasamos. Yo estrenaba piolet y unos flamantes crampones de fijación por correas. Nos dio por subir una pendiente que cada vez se inclinaba más hasta el punto de tener que superar el tramo final clavando tan solo las puntas frontales de los crampones y el pico del piolet... el que lo llevaba. Estreno de material de montaña inolvidable áquel que nos puso la adrenalina por las nubes. De aquellas quedó el enclave rebautizado por nuestro "capitán" con el exótico nombre de Otero Kituro.

Bueno, que me enrollo... Estábamos en las Hoyuelas o las Cañadillas. Al superar una pequeña barrera con grandes piedras se amplían las vistas hacia sur y suroeste y nos encontramos en un buen mirador del entorno. Peña Negra destaca sobre el embalse de Navamuño al oeste, y más allá se dejan ver las cumbres de la Sierra de Francia y las de las sierras de Quilamas y Tamames.





Incluso al noroeste de Guijuelo se puede distinguir con los prismas el caserío del alfoz de Salamanca (hoy no, pero en días claros se llegan a distinguir las catedrales de la capital o la sierra de la Estrella en Portugal).


Esta prolongación de temperaturas agradables que vivimos estos días ha animado a mucha gente a salir al monte, llegando a ver grupos de gente en peña Negra, la peña de la Cruz y,  más tarde, cuando se dejen ver las cumbres de Hermanitos y del Torreón, también en la cumbre de este último.


Pero antes nos volverán a sorprender los pequeños al localizar un macho de grillo de matorral enorme, seguramente el mayor que he visto yo, con 6 o 7 cm. de longitud (... y eso que no cuenta con el apéndice de las hembras...).





Al llegar al cruce de los caminos que nos permiten seguir hacia la Ceja o bajar a Hoyamoros nos cruzamos con más gente. Decidimos entonces no bajar ni acercarnos hacia el Torreón por el sendero que transita entre los Hermanitos y éste, pues ya son las 13 h. 15'. Nos encaminamos hacia la Ceja con calma con idea de comer en la cumbre y, tras una siestecita, bajar por el camino "clásico" que pasa junto al Calvitero.





Para completar la subida a la Ceja sortearemos no pocos "hoyuelos", algunos casi auténticas charcas y cubiertos de una suave capa de hielo.





Ya cerca de los 2428 m. con los que la cumbre de la Ceja corona Salamanca se dejan ver las lagunas del Trampal, también con una pareja, al menos, tomando el sol a las orillas de la más grande de ellas.


Persisten restos de la nieve caída hace ya más de dos semanas en las umbrías de las zonas más altas donde, como no podía ser de otra manera, también encontramos un grupo de gente.


Cuando ya son más de las 14 h. y tras conseguir convencer a nuestros hambrientos niños para que esperen un poco, llegamos a la cumbre y nos disponemos a comer, no sin antes recrearnos con las vistas desde este privilegiado mirador. Al Este destacan las cumbres de la Sierra del Barco (a poco más de 15 km. en linea recta) y la reina del Sistema Central, la sierra de Gredos.



Las brumas han ido a más y hacia el sur y oeste se intuyen nieblas y las montañas solo dejan ver sus siluetas... lo que también tiene su encanto.




Hace unas horas la Peña de Francia dejaba ver su "cohete"; ahora no. Y, hablando de cohetes, se echa en falta el que adornaba la cumbre de la Ceja, que fue arrancado con buzón y todo hace tiempo... ¿Por qué? ¿Para qué?

Sobre las 15 h. 45' dejamos la cumbre, no sin antes practicar un ratillo el "deporte nacional" y despedirnos del Almanzor, la Covacha y otros amigos.



De bajada hay quién se decide a cruzar algún nevero en vez de sortearlo.


Desde la cuerda camino del Calvitero se dejarán ver todas las lagunas del Trampal con Gredos al fondo, y también esa forma de ceja que da nombre al techo la sierra de Béjar.



Al empezar el descenso entre escobas que nos llevará del Calvitero a los coches, la silueta de la Cabeza Gorda coronando con sus 1521 m. los montes que rodean la Vallejera destaca sobre el entorno, con el tajo artificial de las canteras de los Santos más al norte.


Según bajemos, las últimas luces del día enriquecerán el paisaje que nos rodea y llegará un momento en que la puesta de sol entre las brumas hará que éste adquiera un curioso color morado.







Sobre las 18h. 20' ya estamos todos en los coches... No hay que dejar pasar tanto tiempo sin volver por estos sitios tan guapos. Até breve!


Recorrido aproximado que hicimos.



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