sábado, 20 de abril de 2024

Cuatro días en Roma 20-23/01/2024.

Ya había estado antes en la Ciudad Eterna, aunque fue hace muuucho tiempo en el viaje de "paso del ecuador "de la carrera. Eran otros tiempos, y, en poco más de una semana, un autobús nos llevó hasta allí y nos devolvió a Salamanca en un maratoniano viaje que también nos dejó para el recuerdo fugaces visitas a Mónaco, Florencia o Venecia.

No se puede decir, por tanto que conociera Roma, y ésta ha sido una de las razones por las que nos animamos mi hija y yo a elegir este destino aprovechando que nos cuadraban muy bien las fechas a ambos.

Sábado 20/01/2024.

Despegamos desde Barajas a media mañana en un día despejado y frío que deja ver los efectos de una gran nevada primero sobre las montañas del Sistema Central y, ya desde el aire, cubriendo una gran parte de los territorios peninsulares que sobrevolamos antes de alcanzar el Mediterráneo.




Poco antes de aterrizar en Fiumicino se aprecian claramente las ruinas romanas del antiguo puerto de Ostia, un plus que no esperaba ver. Ya en tierra firme nos desplazamos a la estación romana de Termini, cerca de donde se encuentra el hotel que hemos reservado, llamado Amaranto Romano. Descartamos un free tour que teníamos programado, al llegar muy justos de tiempo para poderlo llevar a cabo y nos tomamos el primer contacto con Roma con calma, como debe ser.

Al atravesar la Plaza de la República nos cruzamos con este tranvía de otros tiempos.

La señorial entrada del edificio donde se encuentra el pequeño hotel Amaranto Romano.

Una vez instalados en nuestra habitación, con buena calefacción y buenos colchones, ideal para descansar tras los buenos y fresquitos "paseos" que nos esperan, nos vamos a degustar nuestra primera pasta casera en un local cercano que nos recomiendan. Luego nos acercamos a la Basílica Papal de Santa María Maggiore, a pocos minutos andando de donde nos encontramos. El comienzo no puede ser mejor, visitando uno de los monumentos romanos más espectaculares.

Nada más salir, ya en la via Nazionale encontramos bonitas iglesias.

Vista desde atrás, la basílica de Santa María Maggiore no parece tan espectacular...

... cosa que cambia al cruzar sus puertas y encontrarse con un interior profusamente
 decorado a lo largo de los siglos donde aún se aprecia su origen paleocristiano.




Todavía flipando con la belleza que encontramos en la que fue sede papal principal antes de la construcción de la basílica de San Pedro, nos dirigimos hacia el Coliseo y el Foro Romano.

Plaza de Santa María Maggiore

El Coliseo

Una vez allí descartamos pasar por taquilla para visitar las ruinas de los alrededores al poderse contemplar sin problemas y visitar "de gratis" parte de sus mayores atractivos, como el arco de Constantino, que se encuentra al lado.

El Coliseo y el  arco de Constantino.

Relieves del arco de Constantino.



Como el de Constantino, el arco de Tito también se visita
gratuítamente, con el placer añadido de poder caminar sobre un
tramo de lo que fue la Vía Sacra romana... aunque rodeado de vallas...


Tras un buen paseo por el Monte Palatino disfrutamos de las vistas paseando por la actual Via dei Fori Imperiali (la antigua "Vía del Imperio" abierta en tiempos de Mussolini entre el Coliseo y la Piazza Venezia).



La columna de Trajano entre las iglesias de planta central
 de Sta. María del Loreto y del Stmo. Nombre de María.

Ruinas del mercado de Trajano



Construida probablemente por los bizantinos y reestructurada en el s. XIII,
la Torre de las Milicias destaca sobre los edificios que la rodean a pesar de
su derrumbe parcial y quedar ligeramente inclinada tras un terremoto en 1348.

Detalle del relieve de la columna que recuerda la victoria de Trajano en Dacia.


Llegamos a los pies del colosal monumento a Victor Manuel II ya cerca de las 18 h., al caer la noche.

Plaza de Venecia con el monumento Vittoriano, construido en
honor del "Padre de la Patria" italiana. 

Decidimos retornar al hotel no sin antes pasar por la Fontana de Trevi, rebosante de turistas a pesar del frío y encontrarnos en temporada baja.

Impresiona la grandeza de la fuente, convertida en
en fachada principal del palacio Poli desde el s. XVIII.


Nos desviamos un poco para subir hasta la plaza del Quirinal, donde se encuentra el enorme palacio presidencial del mismo nombre. Desde allí se puede contemplar a lo lejos la cúpula de la Basílica de San Pedro.


Domingo 21/01/2024.

Sobre las 10,30 h. nos encontramos caminando hacia el centro por la vía Nazionale, donde se encuentra nuestro alojamiento, y pronto pararemos de nuevo junto a la columna de Trajano, aprovechando para entrar en la iglesia del Santísimo Nombre de María que se  encuentra junto a ella. Es ésta una iglesia en la que no  hubiésemos entrado de no pillarnos de camino y, como sucederá con otras muchas, nos sorprenderá con pinturas, esculturas y revestimientos de gran calidad. Es de agradecer que salvo unas pocas excepciones, el acceso al interior de las iglesias romanas sea gratis.





Detalle de una de las cuádrigas sobre el monumento Vittoriano.

Pasamos luego junto al "pastel de bodas", como llaman los italianos al enorme monumento a Victor Manuel II (Vittoriano en italiano) desde que los soldados estadounidenses que por aquí pasaron en la II Guerra Mundial así lo bautizaran. Su aspecto de día es bastante diferente al que enconramos el día antes  al caer la noche.
 

Vamos camino del Trastevere (barrio al otro lado del río "Tevere" o Tíber) descubriendo algunos monumentos que no tenemos "fichados".



Restos del teatro de Marcelo (s. I a.C.) que actualmente forman parte del palacio Orsini.

Seguimos un tramo junto al río y pasada la isla tiberina nos recreamos en un par de pequeños templos romanos bien conservados y visitamos la preciosa basílica de Santa Maria in Cosmedin, con su esbelta torre (la más alta de época medieval de Roma) inclinada por los efectos de varios terremotos, y su cripta del s. VIII.

Templo de Hércules Victor (s. II a.C.)

Santa Maria in Cosmedin

Templo de la Fortuna Viril (s.II a.C.)



Bocca della Verità

Interior de Santa Maria in Cosmedin, que cuenta con un espectacular suelo cosmatesco y,
como tantas iglesias romanas, con columnas antiguas reutilizadas en su construcción.


Cripta de Santa Maria in Cosmedin.

Un poco más adelante pasamos al Trastevere llegando al lugar donde se celebra cada domingo el mercadillo romano más famoso, el de Porta Portese.

A la derecha  destaca la cúpula de la gran
Sinagoga construída a principios del s. XX.

Mercado de Porta Portese

Tras un buen rato recorriendo el mercadillo de arriba a abajo, decidimos dejar para la tarde la visita a Santa Cecilia y nos acercamos a visitar Santa María, la mayor y más conocida basílica del Trastevere.

Basílicade Santa María in Trastevere, fundada
en el s. III y remodelada en el s. XII.








Para comer optamos por el Tonnarello, local  muy turístico cercano a la basílica que nos han recomendado varios amigos. A pesar de las grandes colas no tendremos que esperar mucho para sentarnos en una terracita... bien abrigados, eso sí...


Ya por la tarde seguimos nuestro paseo por el Trastevere hasta Santa Cecilia, cuyo interior no podremos visitar al encontrarla cerrada. 


Las fuentes con agua fresquita son frecuentes en las calles y plazas romanas

Basílica de Santa Cecilia in Trastevere

Decidimos entonces subir el monte Gianicolo por el Orto Botanico hasta el monumento a Garibaldi, desde donde se ofrece una buena panorámica sobre Roma. Pasamos antes junto a San Pietro in Montorio, visitando el famoso Tempietto de Bramante y, desde un amplio mirador, nos recreamos ya con las vistas, diferentes tras el paso del frente frío que, procedente de España, también en las montañas de los alrededores ha dejado un blanco manto  de nieve.

Tempietto de Bramante




Fuente del Acqua Paola (llamada por los romanos la Fontanona, por sus dimensiones)


Monumento a Garibaldi.

Luego vendrá un largo retorno hacia el centro de Roma, que se hace ameno con las bellas panorámicas que nos acompañan.

La inconfundible cúpula del Panteón.

Más allá del Aventino, que también nos ofrecerá buenas vistas un
par de días después, se ven varias poblaciones de casas blancas
desparramadas por las laderas de los montes que rodean Roma.

En primer plano la cúpula de San Andrés del Valle,
 y al fondo la basílica de la Trinidad del Monte, y su
obelisco, sobre las famosas escalinatas de la Plaza de España

Bajamos hacia el puente de Amadeo de Saboya y, tras cruzarlo, nos acercamos al de Victor Manuel II y al más icónico de todos, el de Sant'Angelo. El que en otra época fuera mausoleo de Trajano  recibe a sus visitantes entre las estatuas angelicales diseñadas por Bernini que adornan este puente.


Puente y castillo de Sant'Angelo



Andarríos chico bajo el puente de Sant'Angelo.


Estatua de San Miguel Arcángel sobre el castillo.






Ya va cayendo la tarde, pero nuestro retorno al Amaranto Romano aún nos dejará otras imágenes inolvidables con paradas en la plaza Navona y su iglesia de Santa Inés, la plaza del panteón y la iglesia de San Ignacio de Loyola, con los trampantojos más espectaculares que he visto nunca. 

Altorrelieve en Santa Inés.

Basílica de Sant'Agnese in Agone (Santa Inés en agonía)

El Panteón

Interior de la basílica de San Ignacio, estandarte de la
Contrarreforma tras el concilio de Trento.





Me sorprendió y gustó mucho esta maqueta de la "Iglesia Universal", conjugando elementos
 de las principales religiones del mundo. Se encuentra en una de las capillas de San
San Ignacio , y fue creada por el artesanoVicenzo Pandolfi.

Ya de noche pasamos junto a otros monumentos espectaculares, como la columna historiada de Marco Aurelio, la fuente del Tritón de Bernini o el palacio Barberini.


Columna de Marco Aurelio

El Zara del centro de Roma...

Fuente del Tritón

Atlantes en el perímetro vallado del palacio Barberini
Lunes 22/01/2024.

Este día tenemos reservada la visita a los Museos Vaticanos y es el único que no nos desplazamos exclusivamente a pie en nuestra estancia en Roma, salvo desplazamientos desde y al aeropuerto, claro. El metro va a ser nuestro medio de transporte, aunque sólo en la ida hacia el Vaticano, que la vuelta la haremos de nuevo en el "coche de San Fernando".... ¡La decisión más conveniente en mi opinión, al tener que atravesar el centro histórico de Roma pudiendo disfrutar, una vez más, de los tesoros que alberga!

Se nos van a pasar volando las casi dos horas y media que empleamos "paladeando" con calma grandes obras de arte, especialmente de la Roma antigua y del Renacimiento, así como de las salas donde se albergan.






Corneja cenicienta

Sala de las Estatuas

Estatua del dios Nilo

Laocoonte y sus hijos




Hay muchos rincones como éste la propia sala pugna
en belleza con las estatuas que albergan.


La "Sala Redonda" del Museo Pio Clementino



Galería de los Mapas Geográficos


Es una lástima que las estancias de Rafael pasen desapercibidas
para muchos visitantes ya obcecados en llegar a la Capilla Sixtina. 

Capilla Sixtina



Me llamó la atención este recuerdo "fotográfico"
de una familia aristocrática de la antigua Roma





Luego nos vamos a comer a Borghiciana Pastificio Artigianale, un pequeño local muy cerquita de allí que nos recomendaron y que yo también os recomiendo. Probé por fin el aperol, típica bebida italiana más bien de aperitivo, que se ha puesto de moda.

Sobre las 15 h. nos acercamos a la plaza de San Pedro, tras cruzar bajo uno de los arcos del pasadizo que utilizaban los clérigos para refugiarse en el castel Sant'Angelo en caso de necesidad.


Impresiona el tamaño y el diseño de esta enorme plaza, casi tanto como lo hace la basílica que le da nombre.






La entrada es gratuíta, y merece mucho la pena dedicar al menos una hora a recorrer su interior y recrearse en obras sin parangón como la Pietá de Miguel Ángel, el baldaquino de Bernini o la espectacular cúpula central, la más alta del mundo.

La Pietà di Michelangelo





En el baldaquino hay muchas representaciones
escultóricas de abejas, símbolo de la familia Barberini.




Cuando salimos ya falta poco para el atardecer, y tras completar el recorrido que hicimos antes por la plaza, nos dirigimos hacia el castel Sant'Angelo por la vía de la Conciliazione.

Nos costó encontrar algún representante de la Guardia Suiza Vaticana...




Ahí arriba también estuve yo... hace unos añitos...

La columnata de Bernini que rodea la
plaza impresiona aún más al caer la tarde.






Luego vendrá un nuevo paso por Piazza Navona; en lo que fue un antiguo circo romano y respetando la forma de éste,  Bernini creó uno de los iconos de la capital italiana. Un lugar que me gusta especialmente y podéis comprobar, al recrearme, quizá en exceso 🙏, con varias fotos en esta entrada.


Pasamos también por la plaza de las Flores... aunque a una hora poco apropiada...

En algunos restaurantes se puede ver como preparan la pasta artesanal.


Plaza Navona


Acabaremos acercándonos ya de noche a otro de ellos, la plaza de España.


Fuente de la Barcaza, frente a las 
escalinatas de la Trinità dei Monti.



Martes 23/01/2024.

Aunque queda mucho por ver, mi acompañante decide tomarselo con más calma que yo este día, con lo que fijamos las 11 h. para comenzar nuestro recorrido juntos, y aprovecho para acercarme yo solo a algunos lugares que tengo marcados con un asterisco y aún no hemos visitado...

A las 8 h. abre San Pietro in Vincoli, iglesia donde se encuentra el Moisés de Miguel Ángel; y justo a esa hora llego allí, con el placer añadido de contemplar yo solito una de las mejores esculturas de la historia.

Cadenas de San Pedro en el altar mayor de San Pietro in Vincoli

Tumba de Julio II, principal mecenas de Miguel Ángel
con la representación de Moisés en el centro.



Enfilo luego camino de la Basílica de San Clemente pasando de nuevo junto al Coliseo de camino hacia allí. 


Esta basílica, algo apartada de otros monumentos emblemáticos, tiene un gran recorrido histórico anterior a su reconstrucción en el s. VI más o menos como hoy la vemos, primero con ritos paganos y luego cristianos. Es también una de las más ricamente decoradas de la capital.

Basílica de San Clemente





Aún me queda tiempo para acercarme... a buen ritmo, eso sí, hasta Villa Borghese atravesando una buena parte del centro romano.

Paso de nuevo junto a la basílica de Santa María la Mayor

Templo de Esculapio y lago en Villa Borghese

Templo de Diana

A las 11 me reúno puntual con Lucía y nos dirigimos al Panteón para ver su interior, previo pago de unos pocos euros (hasta hace poco era gratis el acceso), no sin antes ver de nuevo rincones inolvidables de la ciudad. 

De día se aprecian mejor las vistas desde el Quirinal


Aconsejados vía internet, al llegar a la fontana de Trevi subimos a una tienda de ropa que hay justo enfrente de ésta, y disfrutamos de una perspectiva especial de áquella desde su primera planta.






Visita obligada para todo turista en Roma, el Panteón cuenta con una maravilla arquitectónica única que es su cúpula, la mayor del mundo hasta bien entrado el s. XIX. En el casino de Salamanca tendré la suerte de asistir días después de nuestra visita a una conferencia sobre este monumento de la arqueóloga e historiadora Purificación Álvarez que disfrutaré especialmente por haberla visitado recientemente.

La puerta principal sigue siendo la original tras más de 2000 años. 








Visitamos después Santa María sopra Minerva, otra de las iglesias consideradas "top" en la ligera y práctica guía de Roma que me ha dejado una amiga y se ha convertido en un referente imprescindible en nuestra aventura italiana. Aprovecho para recomendaros dicha guía, especialmente si hacéis un viaje de duración parecida al nuestro.


De Santa María sopra Minerva os tengo que decir que no dejéis de pasar por esta basílica construída sobre un templo pagano previo (de ahí su denominación), que guarda gratas sorpresas, como podéis ver.

Obelisco y elefante de Bernini, frente a la iglesia.

Esta iglesia se considera uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica en Roma.


Estatua de Jesucristo, atribuída a Miguel Ángel

Desde allí volvemos al Campo dei Fiori, que esta vez visitamos a buena hora. Allí también vamos a un forno donde por pocos euritos matamos el hambre con una especie de croquetas con  tomate dentro riquísimas.






No hacía viento, y en este espectáculo callejero lo parecía...




Campo dei Fiori, con la inquietante estatua de Giordano Bruno en el centro.

También pasamos por la zona donde se encuentran los templos de Portuno (o de la Fortuna Viril) y de Hércules Victor junto al Tiber. Y justo detrás de  Sta. Maria in Cosmedin, paramos un rato para contemplar los restos del Circo Massimo.


Circo Massimo

Sobre las 15 h. subimos a la colina del Aventino en busca de otro gran mirador sobre Roma, que ofrece panorámicas que completan las que tuvimos nuestro segundo día desde el otro lado del río. Nos acercamos a la famosa cerradura de la Orden de Malta y miramos por el buco della serratura, sin poder ver los tres países en línea (Italia, el Vaticano -la cúpula de San Pedro-, y la sede de la Orden de Malta, considerado "el  único estado sin territorio del mundo"); una pérgola instalada al fondo del jardín que enmarca la cúpula nos lo impide ;-(.


Eso sí, descansamos un buen rato en el vecino y coqueto Giardino degli Aranci disfrutando de las vistas que ofrece su terraza.



El monumento a Garibaldi, donde estuvimos dos días antes.

Volvemos al Circo Massimo y tras rodearlo nos acercamos, una vez más, al Arco de Constantino y al Coliseo, con tiempo y ganas aún para recorrer de nuevo la Vía dei Fori Imperiali.






Vamos a llegar en esta ocasión hasta la plaza del Campidogglio (Capitolio), diseñada por Miguel Ángel, que está situada sobre una colina sagrada en la antigüedad donde se ubicaba el gran templo de Júpiter.


Estatua de Marco Aurelio del s. II. El original se encuentra en el museo que hay en esta plaza. Como curiosidad, el emperador monta sin estribos... (aún no se conocían en el mundo occidental).


Bajo un arco que me recuerda al del puente del Suspiro veneciano, descendemos unas escaleras para descansar otro ratito en un buen mirador sobre las ruinas del Foro y regresamos para ver atardecer de nuevo junto al Coliseo. Un buen colofón en un día de despedida de estas minivacaciones en el que hemos caminado muuucho (voy a acabar con más de 27 kms. recorridos en esta última jornada 😅).



El arco de Septimio Severo, de tres vanos, sirvió de
modelo para el de Constantino, mucho más conocido.


También han llegado al Foro las cotorras de Kramer.



Ya de regreso a España al día siguiente disfrutamos desde el avión
 de muy buenas vistas; me gustaron especialmente las de Pirineos.

Os dejo para acabar el enlace a una curiosa página que he encontrado en internet donde podéis ampliar conocimientos sobre la Roma Antigua y la interpretación de las ruinas que encontramos hoy en día. Salud para tod@s.